Una de las jornadas más difíciles de la temporada se dio el pasado fin de semana en el río Porma. Con un caudal ligeramente alto pero muy pescable, el agua tampoco estaba excesivamente fría y la temperatura ambiente era cálida.
Atamos ninfas y perdigones algo pesados y comenzamos a escudriñar las corrientes y venas que el río ofrecía. Pasaba el tiempo y no conseguíamos nada, únicamente un par de toques simbólicos y de nuevo, nos volvíamos a encontrar con la hora de comer y un cero a las espaldas. Pese al bolo, la mañana había transcurrido entretenida, con bastante guasa al no conseguir llevar a la mano ninguna trucha aunque fuera pequeña.
Comimos tranquilamente y pensamos que después de comer seguramente la actividad aparecería, aunque fuera un rato. Y así fué.
En un intervalo de media hora, y con un sol que te hacía sudar casi sin moverte, conseguimos las cuatro capturas del día, dos de ellas a la ninfa de pelo situada más arriba.
A partir de ahí volvimos a la rutina de por la mañana pero con más calor, lo que hacía bastante pesado pescar y como teníamos que volver pronto decidimos recoger y dar por concluida la jornada.
Son días difíciles para pescar, las truchas no se comportan como esperamos aunque tampoco hemos sabido como hacer que reaccionen a nuestra imitaciones. Lo mejor es tomárselo con humor y aprender para la próxima.
Coincido plenamente en que hay que tomárselo con humor cuando no queda otra. Y es que a veces no sabe uno como librar el bolo, ya que cuando no quieren ... "pues ná".
ResponderEliminarEn fin, que aprovechásteis lo que hubo y salió bien la cosa.
Saludos
Pues sí, la verdad es que muy muy mal tienen que salir las cosas para no pasarlo bien en el río,
Eliminarun saludo!
Que no decaiga el ánimo, hay días y días. Aun así tocasteis escama que es lo importante. Saludos
ResponderEliminarTienes razón Antonio, hay días y días, quizás en esta época y con este calor sean de los más complicados, a ver como pinta septiembre,
Eliminarun saludo!