De vuelta al río


De nuevo volvemos al río tras bastantes días sin mojar nuestras moscas. Desde la última jornada que compartimos con vosotros el tiempo ha sido muy cambiante con días de mucho calor que dieron paso a una borrasca que al final dejó poca lluvia pero mucho viento. Con la climatología más estabilizada se antojaba perfecto disfrutar de un buen día de pesca primaveral.

Sin prisa llegamos al río no demasiado pronto, el caudal se presentaba bajo pero con aguas bastante movidas, eso sí, bastante frías. Mi compañero Jesús comenzó pescando a ninfa mientras que yo me decidí por utilizar un tándem con un tricóptero de ciervo y un pequeño perdigón. Muy poca actividad en estos primeros compases pero escudriñando las zonas que a mi entender parecían más querenciosas conseguí revolcar a una que tomó el perdigón y fallé en la clavada a otra que se decidió por la seca. Con este par de oportunidades llegué hasta una pequeña corriente donde se encontraba Jesús ya con dos truchas en su haber.


Por las piedras de las orillas era fácil ver a los subimagos hembra de Electrogena lateralis
Los imagos macho sin embargo, volaban en enjambres por encima de las aguas.
Parecía que las truchas se empezaban a activar mostrando cierta actividad bajo la superficie. Opté entonces por poner un dúo de ninfas con una oliva abajo y una de faisán arriba. Ambos tuvimos un buen rato de capturas antes de comer, cosa que nos sorprendió bastante ya que a priori, el día pintaba complicado.




Tras una comida tranquila a orillas del río nos fuimos aguas arriba en busca de nuevas opciones. Parecía que la actividad abajo había caído ya que las corrientes no nos daban nada. Recorriendo el río Jesús detectó un truchón de estos que patrullan alimentándose casi sin cesar y que sucumbió a una presentación maestra de las ninfas. Buena lucha que terminó con este gran ejemplar, que rondaría los 70 cm, en la sacadera.


Anduvimos detrás de alguna más de gran calibre pero sin resultados ya que no terminaban de reaccionar igual a las ninfas presentadas. En otra parte de esa misma tabla observé como se cebaban varias truchas. La presencia de mosca era escasa, apenas algún pequeño bétido emergía en estas aguas lentas y por donde algunos bajaban ya agotados, los ojos en turbante amarillos los delataba como Baetis fuscatus. Opté por utilizar un oliva en un #20 que me dió buen resultado levantando varias de esas pequeñas truchas tan activas.




Poco más dio de sí el día, la actividad cayó en picado a media tarde y decidimos recoger ya que para nosotros el día había sido más que provechoso.

Comentarios

  1. Muy bien ayer Rudaguera se lo llevo el viento hoy va a disminuir a las 8 y para alla voy.el viernes a ponferrada unos dias y a tirar del carro.saludos y buenas capturas las de las fotos.

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