A la tercera...


Demasiada casualidad hubiera sido una tercera jornada igual a las dos anteriores, pero algo así en esto de la pesca ya sabemos que es prácticamente imposible. Si en los otros dos días la climatología condicionó mucho la pesca para mal, en esta ocasión la condicionó para bien.


Un día con bastantes nubes en la mañana y que fueron en aumento durante el día pero sin posibilidades de lluvia, además el viento respetó bastante durante los mejores ratos de actividad.


Desde el primer momento se veía como las truchas estaban más activas que otros días sobretodo pescando al agua. Las zonas querenciosas como los espacios tras las piedras o los blandos de las orillas daban ataques fulminantes al tricóptero. Eran tan rápidas que muchas veces en el momento de dar el cachete la trucha estaba ya a un metro de donde la comió. Una mañana muy divertida y un poco trabajosa ya que exigían concentración para conseguir clavarlas sobretodo por las subidas sorpresa de estas veloces truchas. 




Por la tarde la cosa cambió un poco, había ya bastantes pescadores por el río y me daba la sensación constante de estar pescando sobre aguas pisadas así que bajé un buen trecho con el coche. En esta nueva zona también encontré a un par de pescadores a los que adelanté. 



Seguí pescando al agua un rato en el que obtuve menos subidas, la cosa estaba calmada pero poco a poco comenzaron a emerger variedad de moscas en la línea con lo que cabe esperar en esta época del año, principalmente A. muticus S. ignita; también se vio algún ejemplar de H. sulfurea que levantaban el vuelo con su característico colo amarillo azufre. En las zonas más lentas se empezaban observar las ligeras ondas características de la toma de emergentes o de ejemplares agotados.


Pude engañar alguna que otra truchas con esta imitaciones pero cada vez se iban poniendo más selectivas. Las imitaciones claras ya no me resultaban por muy pequeñas que fueran y las cebadas empezaban a ser muy aleatorias con una cadencia muy muy lenta. 

Serratella ignita subimago hembra del río Carrión.

Decidí poner entonces una pequeña mosca roja en spent ya que estaban empezando a caer muchos imagos ya agotados de A. muticus. Pues resulta que en el primer lance una de las truchas que comían no se lo pensó y tomó franca la imitación; fue la mejor del día ofreciendo una muy buena lucha. Realmente daba la sensación de que todas ellas eran de buena talla.


Entre lance y lance sin éxito la tabla iba aumentando en profundidad y se me hacía muy complicado acercarme lo suficiente sin hacer muchas ondas, además las truchas fueron dejando la actividad por lo que decidí poner punto y final a esta divertida jornada y, desde luego, la mejor de las tres que he disfrutado en este río.

Comentarios

  1. pues desde lejos te felicito pues anoche tarde ya estaba en mi casa aqui en usa y hasta el que viene solo pescare leyendo vuestros comentarios,saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario