De todo un poco


Voy intentar resumir un par de jornadas de esta última semana, muy dispares las dos, una en aguas del río Porma y la otra en el río Órbigo.

La jornada en el Porma fue un absoluto desastre para mí, los datos del SAIH arrojaban un caudal estable en torno a los 14 m3, bastante pescable en base a otras visitas anteriores. Es cierto que es un caudal para ir con cuidado y que no permite muchos vadeos, así que me centré en pescar una zona no muy alejada del coche.


La modalidad elegida fue la ninfa, utilicé imitaciones pesadas para rastrear bien el fondo lo que me hizo perder muchas con los enganchones. Nada más que una que se me soltó nada más entrar y un par de toques aguas abajo que no logré clavar, resumiendo, un bolo como un castillo. Por la misma zona había un paisano que estuvo pescando con las ahogadas y que consiguió una bastante maja delante de mí. Fue durante un rato en el que se pudo ver algo de mosca, bétidos pequeños muy claros que últimamente sí que están despertando a las truchas en otros ríos. Estuve intentándolo otro par de horas después del bocadillo pero nada en absoluto, una pena ya que las tiradas de ninfa tenían una pinta excelente.

Por tamaño podría coincidir con Baetis scambus ya que los imagos eran de color marrón.

La otra jornada trascurrió en el río Órbigo. El caudal bastante más corto que en el anterior río facilitaba mucho las cosas en cuanto a desplazamientos y, sobre todo, en cuanto a posturas de las truchas. Nada más llegar lo intenté con las ninfas en un par de corrientes en las que obtuve nada más que un par de pequeñas capturas. 




Enseguida comenzaron a emerger las pequeñas éfemeras típicas de esta época como son Baetis fuscatus o algún bétido similar. También se vio algún tricóptero golpeando el agua. Durante este verano he podido presenciar estas eclosiones en las horas centrales en los días en los que el calor ha respetado más y es increíble como los pájaros acuden raudos a disfrutar del festín; pájaros de todo tipo como pueden ser mosquiteros, chochines, lavanderas e incluso pinzones. 




Con el tricóptero obtuve un par de truchas que salieron de entre las algas a por él, pero realmente se podía ver como las cebadas atendían más a esos pequeños bétidos que emergían en bastante buena cantidad. En las zonas rápidas entre las algas se podían observar de vez en cuando cebadas que no eran difícil de materializar en captura si hacías discurrir la mosca correctamente por el carril.


Las zonas más lentas ya eran otro cantar, las aguas cristalinas no facilitaban nada las cosas y en ese tipo de condiciones fui incapaz de levantar ninguna. La aparición de insectos fue a menos y decidí comer un cacho antes de afrontar otro rato de pesca. 


Las nubes hicieron acto de aparición junto con un viento que empezaba a ser muy molesto. Poca mosca por el río pero pescando al agua con un spent rojo conseguí otro par de truchillas. Ya casi me había dado por vencido cuando recordé haber visto una trucha bastante maja en una zona próxima de corriente estrecha y decidí darle un último tiento con una pequeña ninfa en tamden con un tricóptero. Pues al segundo lance el trico se hundió en dirección contraria a la corriente y allí estaba, serpenteando esta preciosa trucha con la que finalicé la jornada y que me dejó un muy buen sabor de boca.


Comentarios

  1. All that ends well is well.me alegro mucho hays tenido un viaje de vuelta con tremenda sonrisa en la boca.Un saludo.

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    1. Pues sí, fue una gran satisfacción ya que no pesco mucho a tandem y sacar una tan buena me ha alegrado, saludos!!

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  2. !!Si señor¡¡ Creo que fue la pulsera mágica que luces jejeje.
    Muy bonitas las pintonas y que sigan saliendo hasta el fin de la temporada.

    Saludos

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    1. Gracias Josiño! Sí la verdad que me está dando suerte, espero que me dure la pulsera jejeje Un saludo!!

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