Una temporada más


Con un poco de retraso os traigo lo que fue la última jornada de esta atípica temporada. Una jornada que transcurrió durante el último fin de semana hábil con un tiempo muy inestable con mucho viento racheado. Realmente la jornada estuvo marcada por la gran afluencia de pescadores en el río ya que al llegar había ya varios coches y muchos pescadores posicionados en las buenas tiradas. Como no sabía como pintaría la cosa me llevé conmigo las dos cañas, la de ninfa y la de seca, y busqué un hueco río arriba en el que estar a gusto.


Con un tramito de corriente y una buena tabla a mi entera disposición empecé a pescar con un perdigón en punta y una ninfa en pelo de liebre como segunda opción. Me empleé a fondo en la corriente e intenté hacer pasar las ninfas por todas las posturas posibles pero aun así el resultado fue escaso, únicamente pude tocar 3 truchas y llevar 2 a la mano.


De reojo estaba constatemente esperando ver alguna trucha activa en la tabla y, pese al frío y al viento racheado, pude ver como se animaban 3 o 4 peces a comer arriba, todavía no sé el que ya que apenas se veía mosca por el río. Tras probar con varias imitaciones (ninfas placadas, emergentes, subimagos...) al final fue mi pequeño spent rojo el que me dio alguna oportunidad, como varias veces ya esta temporada.


Fueron 20 minutos: la primera subida me llevó la mosca en la clavada y solo me quedaba otra mosca igual. Puse el spent que me quedaba y la segunda también subió, la toqué de nuevo en la clavada, revolcada y huída ¡Mierda! Ya solo me quedaba un pez accesible, todos bastante lejos pero todos subieron a la primera, incluido este último que al fin pude llevar a la mano. 


Ninguno más dio señales, desapareció absolutamente la actividad de la tabla pero al menos tuve esta pequeña oportunidad aunque fueran solo unos minutos. No eran truchas excepcionales en tamaño pero desde luego sí que lo eran en dificultad.


El frío ya lo tenía metido en el cuerpo e iba a ser difícil entrar en calor así que ya de camino al coche para comer algo y marchar, vi un hueco en una buena corriente donde había unos pescadores cuando llegué. No dude en darle un último tiento antes de irme, y fue buena idea, ya que saqué otras dos y una que estaría cerca de los 40 cm que se me fue a punta de sacadera.


Pues nada, así termina mi temporada truchera de este año tan complicado en todos los aspectos. Esperemos que las cosas mejoren pero ahora solo me sale ser pesimista, sobre todo viendo imágenes como esta última que creo sirve para ilustrar lo que ha sido este nefasto año. 


Ahora toca preparar y mejorar los montajes de cara al próximo año pero como digo, con una ilusión contenida y muy a la expectativa de los acontecimientos.




Comentarios

  1. si ahora a montar moscas ,no que me hagan falta pues me sobran pero es otra manera de estar en contacto con la pesca.Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, yo dedico mucho tiempo a desarmar las que ya no me gustan y afinar las que mejores resultados me dan, hay tiempo para trabajar en ello.

      Eliminar

Publicar un comentario