Arrancamos

Primera semana con la veda ya abierta y afortunadamente sin sobresaltos debidos a la pandemia. He podido realizar dos salidas, bastante cortas ambas, con resultados muy desiguales.

La primera fue el día de la apertura en un tramo que conozco bien con la Sierra de Guadarrama como telón de fondo. El día se presento muy desapacible desde el principio, además el río traía un caudal muy bajo, cosa que no me esperaba para nada. Intenté lograr alguna captura a ninfa en los huecos que me dejaban el resto de pescadores, muy abundantes durante toda la mañana, pero únicamente logré revolcar un ejemplar que tomó la ninfa en una vena lenta. El tiempo no animaba mucho a la aparición de mosca, únicamente pude observar ejemplares dispersos de Baetis rhodani.

Ninfa de Baetis rhodani a punto de eclosionar

La siguiente salida fue todavía más fugaz pero bastante más fructífera. Tras varios días de temperaturas más altas, los ríos se van asentando, eso sí, el incombustible viento no deja de molestar en nuestras jornadas. Eclosiones de diversos bétidos (B. rhodani, B. buceratus), de Paraleptophlebia submarginata y de pequeños plecópteros (Brachyptera sp.) hacían que, pese al frío, algunas truchas estuvieran interesadas por lo que pasaba por la superficie.

Baetis buceratus, similares a B. rhodani y de un tamaño algo menor
Paraleptophlebia submarginata, aparecieron en cantidad pese al viento
Pequeños plecopteros del género Brachyptera sp. muy abundantes en estos primeros compases del año

Una sola mosca me sirvió para capear esas tres horas escasas de pesca, una tabaco montada en antron y PLA que se antoja irresistible en estas aguas. Obtuve varias capturas, la mayoría pescando al agua, pero hubo una en concreto, la primera de la temporada, que se delató por su glotonería y que sucumbió a la presentación de la tabaco. He de decir que me costó meterla en la sacadera, incluso hubo un momento en el que la di por perdida y es que no se les puede dar ni un palmo ya que los perdederos están muy cerca; los hilos gruesos son indispensables aquí.





La actividad se condensó en una hora y media más o menos y las truchas que estaban puestas subían a casi cualquier insecto que pasara por encima, a partir de ahí el viento se incrementó y pese a que el sol cogía más fuerza, la actividad de los peces desapareció completamente.

Buen comienzo en general, al menos optimista, que espero que se mantenga aunque me da la sensación de que habrá que aprovechar estos días ya que el confinamiento provincial está a la vuelta de la esquina.


Comentarios

  1. vaya una sorpresa;pesca con su reportaje correspondiente en Madrid.Mi hijo que aterrizo anoche aqui a verme me dice que todavia hay nieve en La Sierra.Pues espero que si y en mas sitios.Pues buenas truchas madrileñas,un saludo.

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    1. Hola Alberto! No es Madrid, es la cara norte de Guadarrama jeje Algo de nieve queda aún. Saludos!

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