Primeros días de mosca


Nueva jornada esta vez en río natural, un tanto complicada sobre todo por la climatología, a la que creo que supimos sacar bastante partido.

Según las previsiones la lluvia era prácticamente inevitable así que nos preparamos acorde a la situación para que no nos pillara desprevenidos. Comenzamos pescando con las ninfas con cuidado y de la forma más sigilosa posible ya que las transparentes aguas hacían que cualquier sombra o movimiento pusiera en alerta a los peces.

La fuerza del agua en las corrientes era escasa pero suficiente para mover las ninfas. No tardé nada en conseguir la primera captura: una brava trucha que entró agresiva y que me dio una buena lucha.


Jesús hacía lo propio al poco tiempo con otra hermosa trucha. La verdad es que les costaba entrar mucho, el día estaba frío pero poco a poco se fueron haciendo huecos entre las nubes por donde el sol penetraba con fuerza. 

Sobre mediodía la lluvia seguía sin hacer acto de presencia pese al amenazante aspecto del cielo, así que fue el momento de la aparición de algo de mosca, bastante poca debido al viento, pero suficiente para que las pequeñas truchas se empezaran a cebar en ciertos puntos concretos. Aparecieron pequeños bétidos olivas y algún que otro ejemplar de especies de tamaño mayor, pero las truchas se centraban en los primeros que emergían en la lámina de agua. 

Puse entonces la seca con una klinkhammer oliva oscura, buscando buena flotabilidad y sobre todo buena visión en esas aguas movidas, con la que estuve un buen rato entretenido entre fallos, revolcadas y ataques de las preciosas truchas de este río.



En las zonas movidas sorprendían, como digo, los fugaces ataques pero lo cierto es que la actividad iba siendo cada vez menor así que busqué algo más suculento que ofrecer y puse una mosca en parachute tipo Ecdyonurus con la que, pescando al agua mientras el viento me lo permitía, logré algunas capturas más.



De esta forma, recorriendo el río tranquilamente posando la seca por las zonas más querenciosas, me encontré con Jesús río arriba con unas cuantas truchas también en su haber. Fue el momento de empezar a notar las primeras gotas de la anunciada lluvia así que decidimos volver al coche y preparar algo de comida caliente en un buen resguardo que es lo que pedía el cuerpo.

Comentarios

  1. Pues con tanta lluvia y nieve este anio,en la foto se aprecia un caudal mas bien bajo,veremos que pasa.y si,buena pesca a seca,saludos.Alberto

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    1. Bueno, igual sí un poco bajo, lo bueno es que se mantiene bastante constante pero ya pegará el bajón el pobre... Saludos!!

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