Poca actividad

Nueva jornada de pesca en la que tocaba visitar un río que iba a ser una incógnita tras el poco caudal que ha tenido estos últimos meses.


Como es lógico en esta época del año los días amanecen muy fríos, prácticamente nos metimos en el río con 4ºC. En estos primeros instantes parecía que iba a resultar muy difícil engañar a alguna pintona pero el aumento progresivo de la temperatura sirvió para que alguna se animara a comer más activamente.

Fue así cuando a media mañana Sergio conseguía un par de bonitas truchas que tomaban la ninfa en zonas de corrientes poco profundas. Recorriendo un poco el río detectamos un par de cebadas en un tramo muy parado, decidí entonces probar con una klinkhammer pero no conseguí ningún resultado, el lance era muy lejano y pese a que subieron un par de veces era muy difícil clavar esas truchas tan pequeñas a tanta distancia.

Decidimos entonces comer pronto, las truchas no es que estuvieran muy por la labor así que optamos por darle otra oportunidad en las horas más centrales. El calor a estas hora ya era bastante intenso, volvimos casi sobre los mismos pasos buscando nuevas oportunidades. Empezó entonces a aparecer una eclosión bastante importante de, lo que yo creo que era, Rhithrogena germanica, aunque fácil que esté equivocado.

Rhithrogena germanica subimago macho

La eclosión provocó un aumento de actividad de las truchas, no en superficie pero si a las ninfas, sobretodo en las raseras. Esto me sirvió para librar el bolo con varias truchas pequeñas y a Sergio para aumentar su cuenta con alguna de buen tamaño. Funcionaron muy bien las ninfas de pelo y los perdigones en tonos marrones con cabeza dorada.

Poco más duraría el festín, la eclosión cesó y el viento hacía acto de presencia por lo que las truchas cesaron en su actividad. Recogimos entonces para regresar a media tarde con los deberes hechos. El río no es que tenga una población espectacular pero en momentos puntuales del día puedes tener un buen rato con estas preciosas truchas.