Un par de días por el Órbigo

Dos visitas al río Órbigo durante este fin de semana muy similares ambas en cuanto a resultados, no tanto en cuanto a climatología, en dos escenarios muy cercanos: el coto de Sardonedo y el EDS de Carrizo.

La primera transcurrió bajo un sol de justicia con un calor que apretaba muy fuerte desde las primeras horas. Esto ponía las cosas ya complicadas desde el principio pero el alto caudal del río esta última semana me daba alguna esperanza para al menos salvar la papeleta en las zonas de corriente. 

Muy poca mosca en los primeros compases del día con las tablas más lentas sin actividad en superficie por lo que decidí tantear las buenas corrientes que daba este buen caudal. Realmente unas corrientes y unas venas con una pinta bárbara que me daban un feeling tremendo. No tarde en conseguir las primeras truchas, todas de tamaños contenidos.

Constantemente daba la sensación de que algún ejemplar de categoría iba a tirar del hilo de forma brusca, busqué las derivas de las ninfas lo mejor que pude, rastreando el fondo y las medias aguas con todos los pesos disponibles pero únicamente conseguía ataques de pequeñas truchas.

De esta manera fueron pasando la horas con el calor aumentando exponencialmente haciendo casi insoportable el estar pescando, incluso metido en el agua, por lo que fui a comer algo, a hidratarme a la sombra y a descansar un poco para pescar otro rato por la tarde. El calor seguía agobiando bastante y las truchas seguían absolutamente apáticas en superficie por lo que seguí pescando a ninfa con muy poco éxito así que sobre media tarde di por finalizad la jornada.

La segunda jornada fue en el Escenario de Carrizo, fecha que teníamos reservada con el Club, en un día bastante menos caluroso que el anterior. A media mañana comencé, al igual que en el anterior, pescando a ninfa ya que el caudal era propicio para ello. En el primer lance una buena trucha que sobrepasaría los 40 cm tomaba la ninfa pero se me soltó a punta de sacadera. 

Seguí pescando y las capturas se iban sucediendo, a ritmo lento eso sí, había que insistir mucho para arrancar peces de las corrientes pero al igual que el otro día el feeling era buenísimo. De vez en cuando salía alguna mejor que otra, pero en general todo pequeñas.

Ya por la tarde y con poca mosca por el río, el ambiente se tornó nublado, incluso con amenaza de tormenta y opté por pescar a mosca y a tándem seca/ninfa. Alguna pequeña que no pude clavar en las zonas rápidas y otra que tomó la ninfa del tándem en la tabla en la que terminaría la jornada. 

En esta tabla parecía que se animaba la cosa con un par de truchas activas y alguna otra que se cebaba de vez en cuando. La poca mosca que aparecía correspondía con pequeños bétidos de verano y en esa línea até una pequeña efémera de antron y CDC que me suele dar buenos resultados en estas aguas pero que absolutamente ninguna trucha sintió el mínimo interés por ella. Cambié a esta imitación de shuttlecock que ya os enseñe por aquí y observé como me la rechazaban clarísimamente dos veces dos truchas distintas. Até entonces una pequeña emergente oliva clara, la típica con saco alar en CDC, y de las más antiguas de la caja como en la jornada anterior. Alargué el bajo todo lo que pude para que la deriva fuera la apropiada y con sutileza la trucha comió sin percatarse del engaño. Al final tuve recompensa tras un buen rato detrás de ella. 

Entre los pocos bétidos apareció junto a mi este ejemplar de Ephemera danica

Muy duras durante todo el día, parecía que por la tarde con el sol tras las nubes la cosa se activaría un poco arriba pero nada de eso sucedió, peces con unas pautas de comportamiento que desquician pero que no deja de ser un reto muy entretenido esto de la pesca a mosca.