Días de mosca II

Las jornadas en el Carrión siguen dando buenos resultados a los amantes de la pesca a mosca. Pese a la prácticamente total ausencia de mosca, en las horas centrales del día te puedes divertir mucho pescando al agua.

Así fue en esta segunda jornada en este río muy parecida a la primera que os contamos aquí. Las truchas bastantes apáticas durante la mañana empiezan a posicionarse cuando el calor aprieta más.

Generalmente pescando con un buen pardón o un tricóptero de buena flotabilidad tienes picadas continuas a poco bien que derive nuestra imitación. En este caso estuve pescando gran parte del tiempo con un tricóptero viejo en parachute que tenía por la caja. La precisión que ofrece un bajo de línea corto consigue que se disfrute mucho colocando la mosca entre los carriles o bajo el cobijo de las salgueras. En estas últimas zonas es donde pude revolcar una que me pareció buena, unos 30 cm, pero tras un par de envites se desprendió del anzuelo.

Es un espectáculo verlas salir de debajo de las algas para tomar la mosca a una velocidad increíble, o seguirla aguas abajo hasta decidir tomarla. La claridad del agua permitía apreciar estas escenas apreciadas por los mosqueros. En otras ocasiones veías como la trucha saltaba literalmente fuera del agua para coger la imitación.

Las truchas fueron todas de estos tamaños, incluso más pequeñas. Fallé muchísimas y revolqué otras tantas, son peces muy bravos que hacen virguerías por zafarse del anzuelo.

Un buen rato divertido de pesca a mosca con truchas muy nobles. Se echan en falta truchas de mayor porte aunque quizá no estén tan activas como las pequeñas en estas horas del día.